Vicepresidente Germán Vargas asegura que el cambio se verá en aeropuertos, puertos y ferrocarriles.
¿Por qué asegura que Colombia en cuatro años será un nuevo país en infraestructura?
Será
un nuevo país porque nunca había tenido un programa tan ambicioso que
comprometiera un volumen tan grande de recursos: $ 70 billones. En el
pasado se cometieron equivocaciones que acumularon el rezago que nos ha
puesto en desventajosa posición. Ocupamos el puesto n.° 18.
En
rezago en el continente solo están peor Haití, Guayana,Cuba y Bolivia.
El informe de Doing Business nos coloca en el puesto 110 y señala que la
falta de competitividad y costos logísticos de la infraestructura son
elementos muy negativos para hacer negocios en el país. Y cuando digo
que todo esto va a cambiar es porque las modalidades contractuales, la
forma en que se canaliza la inversión, nos va a permitir resultados
pronto.
¿Cómo va a lograrlo?
Ya no hay entrega de
anticipos, que eran muy desestimulantes, porque el Estado suministraba
unos recursos y una vez la firma los recibía lo que causaba era pleitos.
Ahora vamos a pagar por unidad funcional de obra terminada. Además,
hemos intervenido en cuatro asuntos que retardaban la ejecución de las
obras.
¿Cuáles?
Un tema son los licenciamientos
ambientales: la expedición de los decretos del Gobierno han agilizado su
trámite pero, sobre todo, han puesto claridad. También es muy
importante la nueva Ley de Infraestructura que da la certeza, por
primera vez, de que primará el interés general sobre el particular.
Recordemos que hoy el dueño de un predio tiene 15 días para aceptar o no
la oferta que al valor comercial se le hace. Transcurrido este término,
lo único que procede es la expropiación con la entrega anticipada del
predio y el único valor a reconocer será el del avalúo catastral.
Adicionalmente, ha contribuido mucho la integración y fortalecimiento
institucional para hacer la interlocución con el sector privado. Y está
la transparencia. Nunca antes, en 57 corredores viales que está
licitando el Invías, había llegado tal cúmulo de propuestas: 1.500. En
toda licitación llegan hasta 70 oferentes. Eso es excepcional, es
muestra de confianza, claridad y transparencia.
¿Cómo están blindando las contrataciones contra la corrupción?
Tenemos
todo un arsenal de instrumentos. Con pliegos tipo, fortalecimiento de
las razones objetivas para la adjudicación, claridad en los
procedimientos, las audiencias públicas, la manera en que se determina
si es la alta, la baja o la media el mecanismo para seleccionar. Todos
los funcionarios que participan en la elaboración de los pliegos y la
adjudicación se están sometiendo a las pruebas del polígrafo. Lamento
decir que no sucede así en los niveles regionales.
Hay que hacer
un nuevo esfuerzo para que gobernaciones y alcaldías mejoren sus
estándares. Nos preocupa mucho el informe de la Cámara Colombiana de
Infraestructura (CCI), el de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, donde
demuestran que el 90 % de las entidades territoriales terminan
adjudicando los contratos de obra pública con un solo oferente.
Ese
es el nuevo desafío que tenemos, dentro de las limitaciones de las
competencias que nos señala la autonomía frente a las entidades
territoriales.
De lo anunciado, ¿qué se ha ejecutado realmente?
Este
mes arrancaron en firme las obras nuevas de concesión, porque todos
estos contratos tuvieron 12 meses de preconstrucción, tiempo que el
concesionario debe utilizar para hacer la gestión predial, pasar diseños
a fase III, hacer las consultas previas cuando haya lugar, obtener los
licenciamientos ambientales y los cierres financieros. La obra pública
ya toda se inició y lo que aún no se ha hecho arrancará en enero. Como
lo son también las inversiones en aeropuertos, puertos y ferrocarriles
que ya todas están en marcha.
¿Se ejecutarán todos los proyectos en tres años de gobierno que quedan?
Todos
no, pero sí un 70 por ciento. Tendremos algunos proyectos que se
demorarán un año más y serán aquellos que tienen grandes tramos
tuneleros, que demandan mayor tiempo de ejecución. Pero trimestralmente
veremos avances, porque como los proyectos operan como unidades
funcionales terminadas, así todo el corredor de una concesión no esté
terminado, se irán habilitando a partir del año entrante segmentos al
servicio.
¿La caída del precio del petróleo y alza del dólar qué tanto afectó inversiones y proyectos?
Hay
que mirarlo desde dos ópticas. En primer lugar, la caída del precio del
petróleo ha afectado las finanzas del Estado y ha llevado a
aplazamientos en el gasto y a recortes de presupuesto para el 2016. A
nosotros nos impactó en el plan de obra pública. Lo que estamos
licitando ahora son 4 billones de pesos; $ 2 billones más ya estaban
comprometidos. Hablamos de un programa de $ 6 billones. El originalmente
planteado era de $ 10 billones. En cuanto a concesiones tenemos
contratada la primera ola de autopistas 4G; en segunda ola hay
contratados 19 proyectos y en la 3.ª ola, que tenía 9 corredores
programados, hasta el momento se han aprobado dos: Bucaramanga-Pamplona y
Pamplona-Cúcuta. De manera que también nos impactó. Pero el frente que
más me preocupa es el de agua potable, no tiene que ver con
infraestructura, pero su recorte fue monumental. Pasamos de un
presupuesto ejecutado en los últimos cuatro años de $ 5 billones a una
programación para los siguientes cuatro años de tan solo 1 billón.
Frente a fenómenos como el cambio climático, ¿no tiene efectos negativos?
Esperemos
que ese tema sea coyuntural. Pero pese a eso, con los recursos que se
ejecutaron en el cuatrienio pasado y los que están programados para este
año llegaremos en el tema urbano a un cubrimiento del 98 % en
acueductos, del 75 % en alcantarillados y del 50 % en plantas de
tratamiento de agua residual. Lo que sí impactará será el programa de
agua en el sector rural, donde 4 millones de colombianos aún no gozan
del servicio o una adecuada prestación del mismo.
¿Cómo marchan las alianzas público-privadas?
Ya
hay 9 aprobadas por el Confis, por el Consejo de Ministros, con
contratos celebrados y actas de inicio de obra. Y tenemos 10 más en
trámite. En esta modalidad, las inversiones superan los $ 10 billones.
Tenemos aprobados corredores tan importantes como la doble calzada
Ibagué-Cajamarca, la malla vial del Meta, el tercer carril
Bogotá-Girardot, que será la primera carretera de Colombia de seis
carriles, la concesión Antioquia-Bolívar y Cesar-Guajira.
¿Las APP han logrado los cierres financieros que esperaban?
Esto
es lo mejor. De la primera ola, dentro de los plazos contractuales, las
primeras seis concesiones ya hicieron su cierre financiero. Había
incertidumbre si lo iban a lograr. Tres más lo harán entre noviembre y
enero del próximo año. Y una última tiene plazo contractual hasta mayo
del 2016. Los bancos están contribuyendo y la semana pasada tuvimos la
muy grata noticia que los fondos de pensiones decidieron ingresar al
financiamiento de estos proyectos desde el inicio de los mismos,
vinculándose con 3 billones de pesos en una etapa inicial.
En cuanto a infraestructura para Bogotá, ¿qué tanto se le atravesó Petro en sus proyectos?
La
decisión que hemos tomado es pensar ya en el inmediato futuro. Sin
perder un minuto, al día siguiente de las elecciones nos reunimos con el
nuevo alcalde, Enrique Peñalosa, y el nuevo gobernador de Cundinamarca,
Jorge Rey. Vamos a trabajar como un solo hombre, para que desde enero
todas las iniciativas que hay puedan materializarse. Se aprovecharán
estos dos meses para llevar los proyectos a factibilidad, aquellos que
no la tenían, para definir prioridades y creemos que en el primer
trimestre del próximo año podremos tener victorias tempranas.
‘Se inicia fase II de vivienda gratis’
“El
26 de noviembre, con presencia del presidente Santos, en El Salado
(Carmen de Bolívar), se entregará la casa 100.000. Todas construidas,
terminadas y entregadas. Un modelo que está siendo ya analizado
internacionalmente y que permitió duplicar el área construida. Ya
arrancó la construcción de todos los equipamientos. En marzo se cerró la
convocatoria en la que 600 municipios categoría 6,5 4, los más
pequeños, hicieron el esfuerzo de comprar tierra y habilitarla, terrenos
que hoy evalúa Findeter para definir prioridades y a partir de este mes
iniciar la fase II de construcción de vivienda gratuita, ahora
focalizada en municipios más pequeños. También empezó el programa para
ahorradores que permitirá a las familias de entre 1 y 2 salarios mínimos
adquirir su vivienda con una modesta cuota de $ 180.000. Son 70.000
nuevas oportunidades.
Iniciamos el programa para el segmento de
ingreso medio Mi Casa Ya: 130.000 nuevas oportunidades. En este programa
las familias con 2 a 4 salarios de ingreso podrán adquirir su vivienda;
el rango sube a $ 86 millones y el Gobierno contribuye con 12 millones
de la cuota inicial y asume cuatro puntos de la tasa de interés. Hay un
cuarto programa para apalancar el sector formal con las cajas de
compensación familiar donde aportamos el subsidio a la tasa y ellos, el
subsidio a la vivienda. Además, con el programa Pipe II hay 50.000
oportunidades; también interviene el Gobierno con la tasa de subsidio
para vivienda hasta de $ 220 millones de pesos. Todo esto significa que
en el segundo periodo del Presidente vamos a construir 450.000 viviendas
de interés social, y con esta meta el país habrá reducido su déficit
habitacional en un 50 por ciento”.
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